Virus Hanta: Cómo prevenir una amenaza latente en la Región de Ñuble
La Región de Ñuble, registra cinco casos confirmados de virus hanta durante 2024 . Si bien el contagio de esta enfermedad endémica es una amenaza recurrente en las zonas rurales y silvestres de Chile, adquiere mayor relevancia durante los meses estivales debido a que las personas aprovechan el mejor clima para salir, acampara y visitar lugares que no han sido habitados durante meses.
Con una mediana de edad de 46,5 años entre los afectados, el 40% de las personas contagiadas sufre un desenlace fatal. Conscientes de la gravedad de este panorama, se han intensificado los esfuerzos preventivos, de hecho recientemente, se lanzó una campaña educativa para informar a la población sobre las medidas necesarias para evitar el contagio. En una actividad realizada en el Terminal La Merced de Chillán, equipos profesionales entregaron material informativo y resolvieron dudas de la comunidad, destacando la importancia de reconocer los síntomas a tiempo y de comunicar al personal de salud cualquier antecedente de exposición a zonas de riesgo.
La prevención es clave, especialmente en esta época del año, cuando muchas personas buscan refugio en la naturaleza. Sin embargo, estas escapadas pueden tornarse peligrosas si no se toman precauciones básicas, pues estos lugares son el hábitat de los roedores. Usar campings autorizados, asegurarse de que las carpas estén en buen estado y libres de agujeros, lavar los frutos silvestres antes de consumirlos y almacenar alimentos en envases herméticos son solo algunas de las recomendaciones esenciales. Pero no se trata solo de protegerse durante actividades al aire libre; también es crucial garantizar condiciones seguras en bodegas, cabañas y otros espacios cerrados, donde el roedor de cola larga encuentra refugio.
El llamado también es a consultar oportunamente ante cualquier signo de alerta. Fiebre, dolores musculares, náuseas o diarrea, entre otros síntomas, podrían indicar la presencia del virus, es fundamental que las personas informen al equipo clínico sí estuvieron expuestas a conductas de riesgo, ya que eso permite una mejor respuesta ante posibles complicaciones.
El Virus Hanta no distingue edad ni actividad económica, y su prevención requiere de un esfuerzo conjunto entre autoridades y comunidad. La Región de Ñuble, con su riqueza natural y gran presencia de la vida rural, debe ser un ejemplo en la adopción de medidas preventivas y conciencia en la comunidad, para evitar contagios por esta enfermedad.
Enfermedades transmitidas por alimentos: una alerta para la Región de Ñuble
Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) son una amenaza recurrente para la salud pública, y en 2024 la Región de Ñuble ha registrado un total de 39 brotes. Un mejor clima y el incremento de las temperaturas, generan condiciones ideales para la proliferación de bacterias en las comidas debido a la intensificación de reuniones familiares y actividades al aire libre como campings o picnics.
Los factores que contribuyen a la proliferación de estas enfermedades, tienen relación con las deficientes prácticas de manipulación y conservación de alimentos, especialmente en entornos recreativos. Los síntomas más frecuentes de las ETA incluyen diarrea, vómitos y dolor abdominal, pero en casos graves pueden derivar en complicaciones como hepatitis o meningitis. Esto subraya la importancia de adoptar medidas preventivas tanto en el ámbito personal como colectivo.
La educación es clave para reducir el riesgo de contagio. Acciones simples, como lavarse las manos con agua y jabón antes de manipular alimentos y después de ir al baño, son fundamentales. Asimismo, es crucial evitar la contaminación cruzada separando los alimentos crudos de los cocidos, desinfectar superficies de preparación y asegurarse de que las carnes, pescados y mariscos estén completamente cocidos antes de su consumo.
Otro aspecto relevante es la adecuada conservación de los alimentos. Mantener los productos refrigerados a menos de 5°C y los platos calientes por encima de 65°C reduce significativamente el riesgo de proliferación bacteriana. También es vital evitar el consumo de mayonesa casera, al momento de descongelar productos cárnicos hacerlo a temperatura de refrigeración, optar por agua potable o hervirla al menos tres minutos si no está disponible, y adquirir alimentos exclusivamente en locales autorizados por la Secretaría Regional Ministerial de Salud.
En la Región de Ñuble, donde las actividades al aire libre y las tradiciones culinarias son parte del día a día, la responsabilidad de prevenir las ETA recae tanto en las autoridades sanitarias como en la ciudadanía. La implementación de estas medidas no solo protege la salud individual, sino que también contribuye a disminuir la carga sobre el sistema de salud pública, fomentando una comunidad más consciente.
El verano y las festividades no deben convertirse en escenarios de riesgo para la salud. Disfrutar de nuestras tradiciones y entornos naturales con precaución y responsabilidad es esencial para garantizar celebraciones seguras.
Hepatitis A: la amenaza silenciosa que podemos detener
La hepatitis A es una enfermedad viral altamente contagiosa que ha mostrado un preocupante aumento en la Región de Ñuble durante el 2024, con un total de 68 casos confirmados. Este incremento pone en evidencia la necesidad urgente de reforzar las medidas de prevención y detección, especialmente en una región donde las condiciones de saneamiento y hábitos de higiene pueden jugar un rol crucial en su propagación.
Aunque la tasa de letalidad de la hepatitis A es baja, la enfermedad no está exenta de riesgos significativos, especialmente para niñas y niños pequeños así como también adultos mayores. Los síntomas, como fiebre, náuseas, dolor abdominal y la característica ictericia (coloración amarilla de la piel y ojos), pueden ser leves o incluso inexistentes en niños menores, lo que convierte a este grupo en un vehículo inadvertido de transmisión.
La principal vía de contagio es fecal-oral, ya sea por contacto directo con una persona infectada o a través del consumo de alimentos y agua contaminados. Verduras que crecen a ras del suelo y moluscos crudos o mal cocidos son ejemplos comunes de fuentes de infección. Esto refuerza la importancia de mantener prácticas básicas de higiene, como lavarse correctamente las manos, desinfectar alimentos y superficies, y evitar el contacto oral con heces en el contexto de las prácticas sexuales.
En la Región de Ñuble, donde las cifras históricas entre 2019 y 2024 alcanzan los 172 casos, la prevención debe convertirse en una prioridad colectiva. Cocinar alimentos a temperaturas superiores a 85°C, consumir carnes, pescados y mariscos bien cocidos, lavar frutas y verduras especialmente si se comen crudas, utilizar cloro para desinfectar superficies y utilizar agua potable o hervirla por más de un minuto si no está seguro del origen, son medidas simples pero efectivas que todos podemos adoptar, así como adquirir o consumir alimentos solo en locales comerciales autorizados por la autoridad sanitaria.
Es fundamental también estar atentos a los síntomas y buscar atención médica oportuna. Los profesionales de salud desempeñan un rol fundamental en el diagnóstico temprano, especialmente al considerar los antecedentes epidemiológicos y las posibles exposiciones a factores de riesgo. Una intervención temprana puede marcar la diferencia entre una recuperación sin complicaciones y consecuencias más severas. La hepatitis A es prevenible con las medidas de autocuidado ya mencionadas y a través de la vacunación a los 18 meses en dosis única.
Altas temperaturas un desafío para el cuidado de la Salud en Ñuble
El cambio climático es un fenómeno que afecta a nivel global, pero sus consecuencias se sienten de manera especialmente intensa en regiones como Ñuble. Las olas de calor, cada vez más frecuentes y prolongadas, nos recuerdan que debemos adaptar nuestra forma de vivir para enfrentar esta nueva realidad y las medidas que todos podemos tomar frente a las altas temperaturas, con especial énfasis en los grupos de mayor riesgo.
En primer lugar, es fundamental que prevengamos la exposición al sol en las horas de mayor intensidad, entre las 11:00 y 18:00 horas, pues este sencillo consejo puede marcar la diferencia para evitar problemas graves de salud, como la deshidratación o incluso los golpes de calor. Respecto de este último, es muy importante reconocer sus síntomas. Piel caliente, enrojecida o seca, taquicardia, dolor de cabeza, confusión o incluso desmayos son signos inequívocos de esta emergencia médica. En estos casos, es esencial llevar a la persona afectada a un lugar fresco, bajar su temperatura corporal con paños húmedos o un baño frío y, sobre todo, buscar atención médica inmediata o llamar al SAMU al 131. No hay que darle de beber ningún líquido a la persona que está sufriendo un golpe de calor por el problema que puede ocasionar en su organismo.
El uso de protector solar también es esencial. Aplicar un factor de protección solar 30+ media hora antes de salir, y reaplicar cada dos o tres horas, nos protege contra los efectos nocivos de los rayos UV. A esto se suma la importancia de usar ropa ligera y clara, sombreros, lentes de sol y sombrillas para minimizar la exposición directa. Aunque parezcan acciones pequeñas, nos pueden ayudar a prevenir consecuencias graves, como el cáncer de piel.
Con todo lo mencionado, mantenerse hidratado no es solo una recomendación, sino una necesidad vital. El consumo de agua debe ser constante, incluso antes de sentir sed, alcanzando al menos entre 8 y 12 vasos diarios, o más si las temperaturas son extremadamente altas.
Los grupos de riesgo, como los adultos mayores, los niños menores de cuatro años, y quienes padecen enfermedades crónicas, requieren medidas adicionales. Por ejemplo, es crucial almacenar medicamentos en lugares frescos y secos, lejos de la luz solar directa, y mantener los controles médicos al día. Estos grupos deben evitar salir de sus hogares durante las horas más calurosas, salvo que sea absolutamente necesario, y, en tal caso, contar con la ayuda de alguien más.
El cambio climático nos desafía a ser más conscientes y responsables en nuestras acciones cotidianas. En la región de Ñuble, donde las temperaturas extremas.